hoteles en Barcelona

Descubriendo el lado más curioso de Barcelona

Aunque se intuye que Barcelona es mucho más que la Sagrada Familia, las Ramblas y el Parc Güell, pocos llegan a interesarse por aquellos tesoros escondidos que Barna tiene reservado solo a aquellos que sienten algo de curiosidad innata e interés por ir un poco más allá en sus aventuras turísticas

Barcelona es una ciudad que guarda sorpresas en cada rincón, y a poco que se investigue se descubrirá que está llena de historias ocultas, arquitectura peculiar y rincones que invitan a mirar dos veces y descubrir una cara B. Te advertimos, en este artículo no encontrarás reseñas de lugares típicos, sino de esas joyas curiosas y difíciles de encontrar que hacen de Barcelona un destino aún más fascinante.

Antes de lanzarte a la aventura, es recomendable organizar bien tu estancia eligiendo un buen lugar donde descansar después de explorar la ciudad. Hay una gran variedad de hoteles en Barcelona adaptados a todos los gustos y bolsillos. Desde modernos alojamientos en pleno centro hasta hoteles boutique con encanto en barrios menos turísticos, como Gràcia o Poblenou. Alojarte en una buena ubicación te dará comodidad, y la oportunidad de vivir la ciudad desde una perspectiva más inmersiva y, por tanto, auténtica.

Ahora sí, prepárate para sorprenderte con algunas de las cosas más curiosas que puedes ver en tu visita a la capital catalana.

La casa con forma de dragón y que no es de Gaudí

Lo normal es que se asocie Gaudí a edificios y creaciones que mantienen formas orgánicas y de animales, pero hay una casa en Barcelona que parece sacada de un cuento medieval… y no la diseñó él. Se trata de la Casa de les Punxes, creada por Josep Puig i Cadafalch. Su silueta puntiaguda recuerda a un castillo de fantasía, y muchos piensan que fue inspiración para cuentos infantiles.

El cementerio con las mejores vistas al Mediterráneo

Puede sonar extraño recomendar un cementerio, pero es que, el de Montjuïc, es una auténtica joya artística y arquitectónica. Sus esculturas modernistas, tumbas monumentales y mausoleos parecen una galería de arte al aire libre. Además, desde sus caminos se presentan algunas de las vistas más impactantes de esta parte del Mediterráneo.

El beso que nació de miles de imágenes anónimas

Una creación muy curiosa y hermosa se localiza en una pequeña plaza cerca de la Catedral, se trata uno de los murales más emotivos de Barcelona: El mundo nace en cada beso. A primera vista, parece una simple fotografía de dos bocas unidas. Pero a medida que nos aproximamos se descubre que está compuesta por más de 4.000 azulejos, cada uno con una foto que refleja un momento de libertad personal (abrazos, paisajes, risas, cuerpos…). Un hermoso homenaje a la convivencia, a la diversidad y al amor.

Un templo romano escondido en un patio

En pleno Barrio Gótico, en la calle Paradís, se esconde uno de los secretos mejor guardados de la ciudad: las columnas del Templo de Augusto. Están literalmente dentro de un edificio, en lo que parece un patio trasero. Son restos originales del siglo I a.C., perfectamente conservados, que pasan desapercibidos para la mayoría de los turistas.

Farolas con casco de dragón y alas de murciélago

Pasear por el Passeig de Lluís Companys, junto al Parc de la Ciutadella, es encontrarse con farolas que parecen salidas de una novela steampunk. Diseñadas por Pere Falqués, tienen cascos metálicos con alas y escudos medievales.  Son pequeños detalles que cuentan mucho sobre la creatividad desbordante que ha caracterizado siempre a esta ciudad.

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