Actualmente, encontramos cómo competiciones como por ejemplo la Liga Española de Fútbol están copando la mayoría de las noticias deportivas. Los equipos se esfuerzan cada semana por pelear los tres puntos que les dan la victoria y que le sitúan en lo más alto de la tabla para alcanzar posiciones europeas o incluso, ganar la liga. Este tipo de encuentros es muy gratificante verlos en el campo, ya que vivirlos en vivo no es igual a verlos por la televisión. Ocurre algo similar como con los juegos de casino, donde la ruleta en vivo produce sensaciones diferentes y grandes dosis de adrenalina. Sin embargo, nos centraremos en este artículo en cuáles son los beneficios que tiene el hecho de ver un partido de fútbol en el campo y por qué deberíamos apostar por ello.
Ir a ver un partido fútbol al campo para muchas personas es terapéutico
En un estadio de fútbol, podemos encontrar miles de personas que están dispuestas a vivir la pasión por el fútbol y el fervor que genera cada uno de los disparos a gol. Hablar de un partido de fútbol es hablar de equipo, de amigos y de pasiones compartidas que incluso tienen efectos terapéuticos para las personas que padecen algún tipo de depresión o se sienten solas. De hecho, hemos sido testigos de partidos de fútbol donde los estadios han llegado a albergar hasta 60.000 personas.
En los 90 minutos que dura un partido de fútbol se pueden vivir emociones muy dispares, donde la alegría y el llanto pueden estar presentes en breves instantes y al mismo tiempo. La intensidad que se genera y la emoción no tiene nada que ver a cuando observamos un determinado partido en la televisión. Incluso, hay personas que sienten que el fútbol les da sentido a su vida y lo viven al máximo. Se desplazan hasta otros países para ver un determinado encuentro o una final histórica. Al final, acudir al estadio es un homenaje tanto al equipo como a nosotros mismos.
Una de las emociones más intensas que se viven son los inicios. La quedada previa para tomar algo y comentar el encuentro que se vivirá, el comentario de nuevos fichajes o la charla de cómo les está yendo a los contrincantes, son temas de conversación que unen y que estrechan lazos entre los aficionados.
Por otra parte, el hecho de ir al estadio es una experiencia enriquecedora. Los astros del balón dominan con destreza la pelota e incluso, realizan jugadas que son verdaderas obras maestras para crear una dosis de espectáculo inigualable.
El fútbol también es empatía, donde la persona se implica, participa y anima. Además, es una forma ideal de encontrar puntos en común con el resto de aficionados. En el estadio también se canta y es muy emocionante ver a tantas personas corear un determinado himno o cántico.
Por último, tal y como indicábamos anteriormente, el fútbol llega a convertirse en terapia. Se descargan emociones negativas, se vacía la mente de problemas y sobre todo, se disfruta para salir como nuevos de cada encuentro.
Por todo ello, vivir un partido de fútbol en el campo es, prácticamente, una bendición. Es el momento de ver cuándo juega nuestro equipo favorito el próximo encuentro para sacar nuestra entrada y disfrutar al máximo.
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