En términos generales, podemos decir que las sociedades inactivas no son más que empresas o compañías que ya han sido constituidas desde hace cierto tiempo. No importa que sea desde hace tan solo un año o incluso hace veinte años, pero como tal, cada una de ellas se dedicaba a una actividad o sector en concreto, pero han pasado a la venta.
Esta clase de empresas se ubican en algo similar a un limbo que puede incluso ser bastante interesante en ciertos casos.
Por múltiples razones, usualmente por los conocidos periodos de “vacas flacas”, las empresas pueden hacerle la notificación a Hacienda sobre el cese de sus actividades. Es decir, que ya no van a ejercer sus funciones comerciales como habitualmente lo hacían. Por tal motivo, estas empresas ya no se ven en la capacidad de emitir facturas legales, producir gastos deducibles y muchas otras cosas más.
No obstante, las mismas aún no han llegado al punto final de disolverse. Es una empresa que simplemente no está haciendo nada, pero todavía existe como tal y hay la posibilidad de plantearse la pregunta “¿cómo comprar una sociedad inactiva?”, manteniendo todavía su antigüedad en el sector al que pertenece. Específicamente este matiz puede resultar de gran importancia y presentar una gran ventaja.
¿Cuáles son las ventajas que tiene para ofrecer la compra de una sociedad inactiva?
Son muchos los grupos y organizaciones empresariales que han llegado a participar en esta clase de operaciones y está de más decir que resultan muy beneficiosas.
Claramente, cuando se habla sobre esto en alto, casi todas las personas llegan a pensar que es simplemente para efectuar alguna clase de actividad delictiva o poco transparente. Y es cierto, puede que ciertas personas se valgan de esto para tales actividades, aunque ese no es el principal objetivo. Engañar a Hacienda o cometer delitos no es algo que nos vaya a interesar y no es el objetivo de estas líneas.
Desde el hecho de conservar el anonimato hasta la creación de una empresa en España en paralelo al trabajo propio con el fin de dejar de ser un mileurista, son muchas las razones para comprar una sociedad inactiva, y poco o nada tienen que ver con actividades delictivas.
Conservar el anonimato
Para muchos, el principal objetivo de esta transacción es conservar el anonimato. Si se adquiere una sociedad que ha sido preconstituida entonces te conviertes, de manera automática, en administrador de la misma, y esto es elevado a público. De tal forma, el comprador queda a disposición de que cualquier proveedor, entidad o persona sepa que tal empresa es propia.
No obstante, si lo que se efectúa es una adquisición o venta de participaciones entre los socios, esto no es considerado como una operación mercantil. Por lo tanto, no es necesario llevar a cabo registro alguno. Y así es como repentinamente cualquiera se puede convertir en el dueño de una sociedad sin que su propio nombre llegue a figurar en alguna parte.
Claro, hay que tener mucho cuidado, porque esto no es la creación de una sociedad con un testaferro, es muy diferente, pues la adquisición de una sociedad inactiva sí que es una actividad amparada por la ley.
Fácil acceso a subvenciones
Otra motivación para adquirir esta clase de sociedades es ingresar a subvenciones o concursos.
Si se opta por la adquisición de una empresa de un sector en concreto, con más de ciertos años o características específicas, se pueden dar ciertas garantías de llegar a conseguirlos. Claramente, son muchos los casos en la actualidad de los conocidos “dedazos”. Es decir, que ciertos políticos han escogido a dedo empresas para que reciban beneficios económicos y, casualmente, esas empresas nadie las conoce.
La verdad es que tales personas buscaron beneficiar a amistades o familiares y, para que estas transacciones se disimularan, las personas beneficiadas debieron adquirir sociedades inactivas para ser receptoras de dichos beneficios.
Beneficios en el extranjero
Existe la posibilidad de realizar esto con empresas preconstituidas que se encuentren en el extranjero.
Este punto es bastante delicado, porque además de las ventajas ya mencionadas referentes a la opacidad, también se gozaría de las ventajas fiscales que sean aplicadas en el país sobre el cual se esté tributando la sociedad inactiva que se haya adquirido como por ejemplo Estados Unidos, Portugal o Estonia.
Claro, por ello las empresas inactivas que están esperando que alguien las adquieras las hay de diferentes sectores y actividades como construcción, servicios y mucho más.
Rápida solución
No se puede olvidar que la creación de sociedades en España conlleva una gran cantidad de trámites y gestiones que tienden a tardar mucho tiempo y, en ciertos casos, se tiene prisa en conseguir la empresa propia.
Tal situación puede solucionarse adquiriendo una sociedad que ya haya sido creada dentro del sector en el que te vas a involucrar o incluso modificándolo y adaptando las empresas a los intereses que tengas.
También se presenta una situación similar cuando se ha tenido una sociedad y la misma ha generado pérdidas, debe dinero o ya ha ingresado en un concurso de acreedores. SI ha ocurrido esto, no es posible regresar a una actividad comercial durante cierto periodo de tiempo dentro de este mismo sector.
Si específicamente este es tu caso pero necesitas o deseas seguir con tus actividades, la adquisición de una o varias sociedades inactivas podrían ser la solución temporal o final a tal problemática.
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